Y aquí os dejo mi historia, espero que os guste:)
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MÁS ALLÁ DE LA MUERTE..
Otra vez el mismo sueño, otra vez la misma sensación, el mismo dolor al dejar de soñar…
Carolina, sí, así me llamo. El sueño, ese sueño tan extraño…
Hace escasamente un mes, me mudé a esta casa, y desde ese día, cada noche, sueño con él, un muchacho, un chico normal, pero que al principio, los primeros días no lograba verlo del todo en el sueño, estaba muy borroso, pero poco a poco se va haciendo más visible con el paso de los días.
Y yo creo que intenta hablar conmigo, pero no llego a escucharlo, habla muy bajo o simplemente no puede hablar, no lo sé.
Pero hoy ha sido distinto…hoy me ha cogido del brazo, y al despertarme notaba como si siguiera cogiéndome del brazo, y esto empieza a no gustarme, pero no quiero contárselo a mis padres, demasiados problemas tienen con el asunto del divorcio, a demás si se lo dijera me tomarían por loca…pero es que es tan real…
Hoy estoy lista, me he propuesto hablar con él, sí, parezco tonta, pero aunque sea un sueño, necesito saber qué es lo que pasa, no es normal.
-Mamá, me voy a dormir-digo mientras paso por la puerta del salón, dirigiéndome escaleras arriba hacia mi cuarto, pero como siempre, ni contesta.
Me tumbo en la cama, a la espera de que me duerma, pero estoy demasiado nerviosa, así que decido ir a la cocina a hacerme una tila o algo. Mi padre me ha visto, pero vamos le da igual.
Llego a mi cuarto y me tomo la tila lentamente, a la espera de que haga efecto y por fin noto como voy poco a poco hacia él, adentrándome en el sueño, en brazos de Morfeo.
“Le veo, es extraño, hoy lo veo como si fuera normal y esta vez el sueño es en mi cuarto, no como en los demás, que era un cuarto diferente, el mío, pero decorado distinto.
Él es moreno, pelo corto y ojos negros, un negro profundo en el que me suelo perder cada vez que los miro. Por lo que mide y eso, creo que tiene mi edad y no es demasiado musculoso, lo justo.
Pero dejo de pensar en eso, porque he decidido por fin hablar con él.
-Hola-digo suavemente.
Él me mira extrañado pero finalmente dice:
-Hola Carolina- doy un pequeño brinco al ver que sabe mi nombre, tonta, es tú sueño..uf
-¿Cómo te llamas?-le pregunto, hoy he decidido saber todo lo que pueda de él.
-Pablo-dice murmurándolo.
-Vale, Pablo, y qué haces todos los días en mis sueños- pregunto.
-Intento hablar contigo-responde.
-Pues aquí estoy, habla-digo un poco borde, lo sé.
-Verás Carolina, necesito que sepas que no soy un producto de tu imaginación como piensas. Yo morí el 15 de Agosto de 1993…-dice él y de repente para de hablar.
-El mismo día que yo nací-susurro.
-Sí, me suicidé…mis padres pasaban de mí, no tenía amigos y los pocos que tenía los dejé en la otra ciudad…estaba SOLO-dice Pablo.
Noto mis ojos cuajados de lágrimas, pero debo ser fuerte, pues estoy así porque es la misma situación en la que estoy yo, y hasta me había pensado lo del suicidio…
-Carolina, sé que a ti te está pasando lo mismo, pero no te recomiendo que acabes haciendo esto, es más, creo que me han mandado aquí para evitar que lo hagas, a demás, no quiero que lo hagas –dice mirándome directamente a los ojos.
-¿Y por qué no quieres que lo haga?, total no tienes nada que ver conmigo y después de todo, esto puede ser un sueño, aunque tú asegures que no- respondo mirando hacia otro lado, no soporto mirarlo a los ojos, porque sé que desde el primer día me enamoré de él.
-No quiero que lo hagas, porque yo te…-Dice algo más, pero no lo escucho, pues solo oigo un pitido muy molesto.
-No te vayas todavía-grita cogiéndome de la muñeca…”
Y me despierto, por culpa de la maldita alarma del móvil, porque claro, tengo que ir al instituto…que asco.
Al levantarme de la cama me toco instintivamente la mano y al mirarla veo una pulsera que antes no llevaba, con el nombre grabado de “Pablo” y por detrás su fecha de nacimiento… “13-07-1977”!
-Vale, esto es real-susurro.
Me pongo el uniforme del instituto y voy al espejo a peinarme, y cuando me miro en el espejo, veo que en el reflejo, sale Pablo, apoyando levemente su cabeza en mi hombro, donde siento un leve cosquilleo. Él está a la espera de mi reacción, con una pequeña sonrisa nerviosa.
-¿Pablo?-pregunto casi sin voz, y él asiente.
-¿sólo puedes hablar en los sueños?-él vuelve ha asentir.
Vale, no me he enterado de absolutamente nada hoy en el instituto..uff!!
Sólo estoy deseando hablar con él, descubrir por qué está aquí, qué fue lo último que estaba diciendo y no me enteré…
En fin, ya he llegado de la escuela, de la que salgo sobre las 4 porque normalmente como en el comedor, en el cual suelo comer siempre sola.
Estoy muy nerviosa pues por fin sé que no es un sueño, ni es invento de mi imaginación, porque antes de llegar a casa, me he pasado por la biblioteca, en la cual busqué información de esta casa, y encontré lo que Pablo me contó, todo igual, y estoy alucinada…
Hoy les he dicho a mis padres que me iba a acostar antes, que me encontraba un poco mal, y ellos solo asintieron, ni me preguntaron ni nada…que triste, pero por una vez me viene bien.
Vuelvo a sentir que me estoy durmiendo, poco a poco.
“-¡Por fin! Odio no poder hablar contigo normalmente, no tengo suficiente energía…-lo último lo murmura, pero logro entenderlo.
-¿Cómo consigues energía?-le pregunto.
-Pues si alguien vivo me la da voluntariamente, por una caricia o un gesto, algo así-responde él.
-¿Qué me ibas a decir ayer, antes de que me despertara?-le pregunto mirándole a los ojos.
Él aparta la mira y dice- no quiero que hagas lo mismo que yo hice…porque te quiero, y no quiero que sufras igual que hice yo…-
Mi corazón late rápidamente, nunca me había ocurrido algo así, bueno sí, pero con un nene estúpido, pero Pablo parece tan solo... y triste, igual que yo…
-Pablo, a mí también me gustas-le miro a la espera de que él levante la mirada y acaba haciéndolo, para comprobar si digo la verdad.
-Y estoy dispuesta ha darte energía-digo firmemente.
Él me mira sorprendido y dice:
-¿Segura?-dice acercándose poco a poco a mi rostro.
-Sí-susurro, y en ese momento, posa sus labios sobre los míos. Y con ese roce explota en mí un montón de sentimientos perdidos, que hacía mucho que no sentía, el cariño, felicidad, pasión y sobre todo, amor… Todo eso unido a una onda abrasadora, como fuego, en cada trozo de piel que él me toca, es mágico
- Carolina…no sé como decirte esto..pero debo irme, he hecho lo que me pidieron, evitar que te suicidarás, se que no lo harás, ya no, …debo volver, no puedo continuar aquí contigo, pero no puedo irme, te quiero, no sé si seré capaz de dejarte, pero me voy…
No puedo creerme que se tenga que ir, ahora no, ahora que me he dado cuenta de que le quiero, ¡no puede ser!
-Pero Pablo…-veo todo borroso a causa de las lágrimas retenidas, él al verme así, se acerca un poco, me besa y desaparece…
Al la mañana siguiente, me despierto y decido darme una ducha…todavía tengo las lágrimas derramadas mientras dormía…
Al salir de la ducha, yo siempre me doy con agua bien caliente, me relaja mogollón…y ahora es lo que más necesito.
Me pongo el albornoz ye al mirar el espejo para peinarme veo escrito…
“Tú y yo
Más allá de la muerte.
Te quiero…”
Yo continúo mi vida, como él me pidió, pues no puedo dejar de lado lo último que me dijo en el sueño y además de vez en cuando me visita, lo veo en el espejo mirándome, sonriendo feliz de que haya rehecho mi vida, hago amigas, una vida normal, la que él no pudo tener, sólo por él continúo, también por mí y por nosotros…
